Suele ser bastante común y, sobre todo, muy frecuente, percibir en quienes tienen que dirigirse a un público específico, con el objeto de exponer ideas o transmitir exposiciones de diversa naturaleza y propósito, manifestar un cierto temor o incomodidad al momento de hablar en público.
Es, en efecto, una situación un tanto complicada, la cual puede originar una serie de inconvenientes muchas veces dramáticos y vergonzosos. En algunos casos extremos, el orador puede, incluso, bloquearse hasta el punto de quedarse en silencio. No cabe la menor duda de que el pánico se instala en la persona y, en consecuencia, fracasa en su propósito. En Delossantos Oratoria, con nuestros cursos de oratoria On line obtendrás seguras herramientas para superar este desagradable obstáculo.
Es importante comprender que el temor oratorio o el miedo paralizante a hablar en público, constituye, evidentemente, una emoción primaria la cual se conoce como miedo o pánico escénico; la misma inhibe y reprime, considerablemente, las habilidades comunicacionales del hablante.
Los Pensamientos Negativos Crean Un Pánico Atroz
Este pánico surge, básicamente, como una consecuencia directa de poseer creencias o ideas anticipatorias, de carácter negativo, en el marco de una situación real o hipotética. Así que con la Orientación Personalizada que puedes realizar en Delossantos Oratoria basada en técnicas del Método Integra resolverás esos estados de miedo, traumas y fobias muy comunes a la hora de pararse frente al público. Podrás hacer uso de la palabra ante un público que se constituye en un atento auditorio, sin importar que éste sea mínimo o numeroso.
Cabe destacar, que el miedo escénico –que dicho sea de paso, también lo sufren a menudo los actores y las actrices- al momento de hacer uso de la palabra frente a un público, está inscrito entre los diez peores miedos que enfrenta la humanidad y en este entorno concreto también se ubican, por supuesto, miedos muy comunes relacionados con la oratoria, tales como el miedo a la decepción, al fracaso, la indiferencia, a la subestimación y, sobre todo, miedo al rechazo.
Todos Los Miedos Del Miedo
Los miedos que experimentan los seres humanos son de distintos orígenes y procedencias. Sobre este particular, existen muchos estudios que abordan a los mismos desde diferentes puntos de vista. Es un tema complejo y, al mismo tiempo fascinante, que ha cautivado a psicólogos, historiadores, científicos, biólogos y escritores.
Podríamos enumerar una breve lista de los tantos miedos que atacan sin compasión a mujeres y hombres. Miedo al cambio, a la soledad, al dolor, a perder la libertad, a la decepción, al fracaso, a la miseria, al rechazo, a la muerte o al miedo escénico. Todos estos miedos se experimentan, en mayor o menor medida; en muchos momentos y a veces permanecen en el tiempo.
Un Curso Personalizado Para Derrotar El Miedo Oratorio
Desde el punto de vista de la oratoria, tenemos que preguntarnos qué es lo que más preocupa, qué genera una mayor ansiedad o nerviosismo al momento de hablar en un auditorio. En los cursos de oratoria personalizados que realizamos por webcam y de acuerdo con las necesidades personales, brindamos técnicas y métodos claros para vencer el miedo a hablar en público.
Las investigaciones que hemos desarrollado en los talleres nos indican, con propiedad, que los miedos más habituales son, por ejemplo, hacer el ridículo, parecer un tonto; olvidar el material que se va a exponer, quedarse en blanco, olvidarse del tema, no saber qué decir, expresar algo inconveniente e ignorar lo que se debe responder ante una pregunta del público.
Si los temores están dentro de este rango, se trata, desde luego, de síntomas que evidencian cierta glosofobia o fobia social. Estamos hablando de temores que generan diversos síntomas físicos, cognitivos o conductuales y que pueden atemperarse o neutralizarse convenientemente con la técnica y el abordaje adecuado.
Glosofóbicos Y Aterrados: Una Bomba De Tiempo
En términos concretos, la glosofobia es un trastorno que significa el miedo a hablar en público. Algunas personas, más de lo que uno imagina, solo tienen abiertamente este miedo; mientras que otras, asimismo, pueden tener fobia social, es decir, un franco temor para relacionarse con los demás en las normales interacciones cotidianas.
Ciertamente, una persona con glosofobia tiende a evitar situaciones en las que deba participar con un discurso público, lo cual limita, de manera considerable, su vida social y su carrera profesional. El mecanismo que se pone en acción implica que la persona se sienta preocupada ante la idea misma de hablar en público. En algunas situaciones más específicas, se pueden notar evidentes síntomas físicos; como parte de una respuesta psicosomática del cuerpo, estrechamente vinculada al estrés.
Muchos de estos inconvenientes físicos que experimenta un orador atrapado en el miedo son: hiperventilación, consecuencia de una respiración rápida y profunda o, por el contrario, puede aparecer una sensación subjetiva de oclusión o falta de aire, conocida como disnea.
De igual manera pueden manifestar aceleración del ritmo cardíaco (taquicardia), sudoración excesiva (hiperhidrosis primaria) producto de la ansiedad o fobia social, timidez excesiva o falta de autoestima; sonrojo como respuesta emocional por vergüenza, ansiedad o nerviosismo (rubor), voz tensa o temblorosa, reducción de la secreción salival (xerostomía) entre otros síntomas.
Temores Cognitivos O Cuando El Pensamiento Es Nuestro Enemigo
Por otra parte, igualmente existen temores en el plano cognitivo y conductual. Estos podemos identificarlos como: expectativa de fracaso (actitud mental negativa); hiperatención autocentrada (no conseguir desviar la atención del foco de la tensión); exageración perceptiva de lo que puede salir mal; temor al fracaso, y al ridículo.
También, farfulleo (ritmo acelerado al hablar o atropellamiento verbal); bajo volumen de voz, producto de la timidez; tartamudez por crisis nerviosa; evitación o escape de la situación, etc.
Todo ello ocurre porque el ser humano, frente a una situación de temor, hace que el cuerpo se prepare para una reacción de lucha o huida. En algunas oportunidades, los síntomas son tan agudos que la persona renuncia a hablar en público (huida); por lo común, la persona, aun con síntomas evidentes de ansiedad o pánico escénico, enfrenta la situación y progresivamente; a medida que el discurso transcurre, se normaliza y deja de evidenciar temor.
Por un lado, nuestro Programa Integral de Oratoria Supraconsciente aborda profesionalmente todas estas dificultades, aumentando la autoestima y descubriendo todas las potencialidades que un orador requiere para obtener éxito, y por el otro, Nuestra Orientación Personalizada capta en forma confidencial los puntos conflictivos o creencias limitantes; seleccionando las metodologías específicas que las transformarán en creencias potenciadoras.