En la antigua Grecia fue muy importante el estudio de la retórica; en aquel entonces Aristóteles reconoció que era un medio para lograr la persuasión del oyente y declaró que la argumentación se convertiría en la base de la comunicación; característica que se ha destacado en cada una de las partes de la oratoria.
Un paso para darle formalidad a la retórica tradicional fue reconocer y aplicar sus cánones, los cuales podían conducir todo el proceso de producción de un discurso, cuyos pilares se ubicarían en la argumentación.
Una vez que se decidía elaborar algún tipo de discurso, evidentemente, inspirándose sobre el tema seleccionado para tal fin, la persona debía entender que era necesario seguir un proceso secuencial, planificado y estratégico.
Cabe destacar que en Delossantos Oratoria podrás aprender y manejar las técnicas que engloba la elaboración de los discursos en oratoria que servirán para ser un excelente orador.
Este proceso debía cumplir varias fases indispensables para darle coherencia y sentido a cada momento de la exposición. Esos niveles eran organizados en cinco pasos llamados «oratoriae partes»
«Oratoriae Partes»: Partes De La Oratoria
La primera parte de la etapa de la elaboración de una pieza oratoria es el Inventio, es decir el tema del que se va a hablar. La etimología de la palabra proviene del latín invenire que significa “encontrar”. Este término es utilizado tradicionalmente por los escritores para referirse al relato de argumentos nuevos o no, pero que es necesario hallar.
El segundo paso de este proceso se conoce como Ordo o Dispositio, la organización de las ideas. ¿Qué significa? Que ahora comienza la colocación apropiada de las ideas y pensamientos encontrados gracias a la inventio.
Dispositio resulta del latín, y significa organización, arreglo o disposición. Consiste, como se indicó, en darle el orden más ventajoso a los argumentos de un discurso para que repercuta mejor en los oyentes y sea convincente para ellos. Aunque en la antigüedad la dispositio permitió manejar unas alternativas estructurales para establecer las partes de las que se debe de componer un discurso, no se desarrolló como un estudio consecuente.
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Una vez establecido el tema y su posterior organización, el tercer paso de la composición oratoria es la verbalización, es decir elocutio: la elocución. En este punto se resalta el estilo del lenguaje y las figuras retóricas que se usen. Es el reconocimiento y utilización del lenguaje elegante y convincente para expresar las ideas organizadas con el propósito de hacerla comprensible por el oyente.
La elocución tiene dos elementos, uno de ellos son las cualidades elocutivas. Estas se dividen en cuatro: puritas, perspicuitas, ornatus y urbanitas, es decir la pureza gramatical o lingüística, el embellecimiento verbal del discurso y la elegancia que refleja la utilización correcta de la lengua.
Una de sus particularidades es proponer que el discurso sea equilibrado; evitar que sea muy breve o extenso. De allí proviene lo que se conoce como aticismo, la tendencia a crear discursos sencillos y equilibrados, y el asianismo que persigue recargamiento y la complicación.
Y los Registros elocutivos clasificado en tres tipos:
Genus humile. Esgrime un vocabulario sencillo, oraciones cortas, es gramaticalmente correcto y simple. Es más bien un estilo didáctico
Genus medium. Tiene un realce moderado, palabras de mediana complicación y el uso de la gramática es menos rígido, y lo que busca es el goce.
Genus sublime. Se utiliza para emocionar, por lo tanto está diseñado para utilizar un vocabulario sofisticado. Este estilo permite expresiones largas, así como muchas figuras retóricas.
De La Elaboración A La Locución
El cuarto paso es la tan nombrada Memoria o Evocación. Un discurso leído era algo extraño. La memoria se cuenta entre las cualidades que el orador debe tener por naturaleza.
Es el ejercicio por medio del cual se llega a dominar la distribución de cada una de las partes del discurso, luego que se cumplió con el inventio, dispositio y elocutio.
Sabiamente, la retórica antigua diferenciaba dos tipos de memoria. Una es la natural del sujeto, es su facultad psicológica conocida como ingenium; y la artificial que se lograba a través de recursos nemotécnicos.
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Pronuntiatio es el último paso de la composición oratoria. Aristóteles no amplió este tema porque la pronunciación del discurso debía ser un conocimiento ya inserto y supuesto dentro de la propia tradición retórica.
Sin embargo, los retóricos señalaron líneas sobre el uso de la voz y los gestos conocido como actio, en la trasmisión de la oratoria. Había instrucciones sobre la modulación adecuada de la voz (volumen y tono), así como el compás y el énfasis de la palabra. También mencionaron los aspectos físicos como la postura, los gestos y hasta las expresiones del rostro. Y Si querés ir más allá, en Delossantos Oratoria lo podrás hacer porque con nosotros podrás ahondar, manipular y utilizar a tu favor cada una de las partes de la oratoria.