La Retórica y Elocuencia En El Arte De La Oratoria

Hablar bien, con eficacia para conseguir una interacción con el público, encantarles y emocionarlos son acciones vinculadas al arte de la oratoria. Y si estos elementos participes de un proceso de comunicación ordenado se utiliza para persuadir, entonces, se está hablando del concepto de retórica y elocuencia.

A la retórica se le conoce como el arte del bien decir. Le aporta tanto al lenguaje escrito como el hablado el vigor necesario para vincularse con el público, a través de un discurso correcto y bien elaborado.

Por otro lado, la elocuencia está relacionada con el arte de cautivar. Ya no solo es tener una buena retórica, sino que también es importante encantar al público. Este hecho lo mantiene expectante y hace que escuchar un discurso sea un placer. Muchas veces retórica y elocuencia se utilizan con el mismo sentido. Diríamos que la retórica es adquirida y la elocuencia es el encanto natural que posee cada persona.

Así que, si querés internalizar las competencias necesarias para tener esa elocuencia que algunos traen de forma innata, y conocer las formas de alcanzar una buena retorica no dudés que aquí en Delosantos Oratoria lo lograrás. Y además de aprender las técnicas para optimizar las destrezas de la oratoria utilizando retórica y elocuencia, también conocerás la importancia de identificar el potencial que tiene cada individuo.

Retórica, Argumentación Y Oratoria

Si la retórica se considera como la disciplina que reglamenta el lenguaje utilizado en los discursos, cuyos temas están relacionados con diferentes áreas del conocimiento, y la argumentación como el proceso donde interviene la elocución, entonces se puede decir que existe una argumentación retórica, cuya unión busca la atención del oyente.

En consecuencia, brinda la habilidad técnica para expresarse de forma adecuada, para que el discurso utilizado pueda maravillar, emocionar y convencer, requisitos fundamentales de la oratoria, a través de la sencilla asociación de conceptos manejados en el lenguaje que el orador utiliza.

De allí que la retórica influye en la elaboración del discurso y el enriquecimiento del mensaje, elementos que tienen como base la estructura creada por los antiguos griegos para tal fin.

Las Operaciones Que Contempla La Retórica

Para ellos, la retórica contemplaba cinco operaciones, que hoy en día todavía tienen vigencia. Las tres primeras enseñan a construir el discurso. Por lo que los griegos iniciaban su tarea con la invención.  En este punto se investiga las pruebas racionales en conjunto con los recursos emocionales que deben acompañar al tema.

Luego se implementa la disposición, esta operación organiza los hallazgos en la estructura del discurso. Y la última, en esta fase, es la elocución, que es la que adereza el discurso haciéndolo más atractivo. De este modo se obtiene una exposición argumentada, organizada y adornada, listo para persuadir.

Pero faltan otras dos operaciones retóricas vitales al momento de hablar, la memoria y la pronunciación/acción.

La memoria, al acordarse de la estructura del discurso ayuda a pronunciarlo como si se estuviera improvisando.

Y la acción/pronunciación tiene que ver con la vestimenta, la postura del cuerpo y el empleo de los gestos por parte del orador, simultáneamente con el uso de su voz. Diríamos con la elocuencia.

Estos aspectos, visualizados por el auditorio, dan énfasis a la palabra, así que no hay que minimizar su importancia. Cada uno de estos puntos cumple una función vital en el arte de la oratoria y todas son fundamentales.

Entonces, imagínate, antes de dirigirte a un público, que estás entrando con tu equipo al campo de juego para definir la gran final. Evidentemente, es un momento de gran emoción y exaltación. ¿Qué le dirías como técnico? Esa energía positiva, esa actitud de seguridad es la necesaria cuando se va a hablar ante un auditorio.

En definitiva, solo con la chispa del entusiasmo, la convicción y la verdad con la que se exprese el orador, desde lo más profundo de su ser, hará que la retórica y elocuencia cumplan el cometido de la oratoria.

Además, sustentan la habilidad de la persuasión, la destreza en la expresión y ayuda a que el pensamiento crítico, en conjunto con el liderazgo y la personalidad, aumente la seguridad y el poder del orador, ayudándolo a alcanzar el reconocimiento y el éxito.

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